Honda y el desarrollo en los motores de F1 ha quedado congelado, lo que no impide a los fabricantes ir a la caza de un mejor funcionamiento.
Desde la temporada 2022 de Fórmula 1 las unidades de potencia del gran circo comenzaron un proceso de congelación que, sin duda, permitió la continuidad de Red Bull con el propulsor de Honda después de que los nipones anunciasen su intención de abandonar el campeonato durante la temporada anterior.
De este modo, a lo largo de 2022 se establecieron dos fechas clave al principio del año y llegados al ecuador del mundial, con el retorno de la actividad en pista tras el parón veraniego en septiembre. A partir de este momento, sobre el papel las posibilidades de trabajar sobre los propulsores han quedado cerradas hasta que la Fórmula 1 afronte su siguiente gran cambio reglamentario en cuanto a motores en la temporada 2026.
Sin embargo, ante herramientas tan complejas como un motor de Fórmula 1 siempre cabe la posibilidad de encontrar una manera mejor de trabajar o entender el funcionamiento de los distintos componentes, en un proceso de optimización al que se agarra Honda de cara a la temporada 2024.
Honda espera mejorar su motor pese a las limitaciones de la congelación
Así pues, ha sido el propio Koji Watanabe, el hombre al frente de la división deportiva de Honda, quien ha dejado claro que su entidad planea dar pasos adelante en este restrictivo marco, al igual que lo están haciendo sus rivales de Ferrari o Mercedes:
“En términos de potencia y rendimiento, puede que no mejoremos nada, pero en otras áreas podemos avanzar incluso con este motor”, resalta el directivo al frente de HRC, cuyo grupo ha realizado un traslado de parte de su personal de F1 al necesitado proyecto de MotoGP.
De esta manera, y pese a las limitaciones que marca la congelación, Honda espera mantener el pulso a los demás rivales fabricantes, con mejoras en un aspecto determinante de las unidades de potencia:
“En Ferrari, por ejemplo, han desarrollado considerablemente el motor y el sistema ERS de Mercedes también es muy potente. También mejoraremos nuestro motor para el próximo año en términos de longevidad. Así que definitivamente hay algo en el tintero”, prosigue Watanabe, en referencia a optimizaciones del lado de la durabilidad, e reporta significativas mejoras en el desempeño global en pista.
De esta manera, Honda refuerza su compromiso con un equipo Red Bull hasta el final de 2025, antes de separar sus caminos: “Hasta 2025, espero que Red Bull lo gane todo. Y a partir de 2026, con suerte seremos su mayor competidor. Construir un motor completamente nuevo es un gran desafío, pero nuestro objetivo también es ganar un campeonato en la próxima era”, despide el mandamás de HRC.
Recapitulando sobre la congelación de motores y sus implicaciones en Fórmula 1 desde 2022, el equipo Alpine y su motor Renault son el binomio que más titulares ha acaparado fruto del precario rendimiento de su unidad de potencia respecto a la competencia. Primero, con la decisión desde Vichy de anteponer el rendimiento sacrificando la fiabilidad en los inicios de 2022. Posteriormente, tras el fracaso de esta estrategia, desde la escudería francesa denunciaron 'trucos' de sus rivales para obtener rendimiento en sus motores con cambios justificados del lado de la fiabilidad.
Finalmente hace tan s0lo unos meses, desde Alpine daban la señal de alarma de un déficit de potencia del propulsor de Renault respecto al de sus rivales. Una desventaja que ilustró a la perfección el GP de Italia y en el que la FIA se ha decidido a intervenir aunque sin un plan de acción concreto y con la reticencia de equipos como Ferrari y Mercedes.
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