La F1 modificará radicalmente su reglamento a partir de la temporada 2026, hay un aspecto clave que la FIA busca resolver.
Hagamos un esfuerzo de imaginación, ¿Cómo será la F1 de temporada 2026? El reglamento técnico de unidades de potencia está definido desde hace un tiempo [el último borrador data del 20 de junio], mientras que en materia de chasis y aerodinámica todavía hay muchas dudas y pocas certezas.
La tendencia es apostar por monoplazas de baja resistencia aerodinámica, porque el motor endotérmico solo contará con el 50% de la potencia [unos 550 CV], y el resto vendrá a través del sistema híbrido con un MGU-K de 350 kW. Eso no será fácil para asegurar los 1.000 CV en toda la vuelta, por lo que están estudiando soluciones para evitar ver coches significativamente más lentos.
En la entrevista exclusiva que Nikola Tombazis concedió a Motorsport tras el GP de Italia, surgieron algunas ideas que se están teniendo en cuenta: "Tendremos monoplazas más pequeños, menos largos y más estrechos. El objetivo es reducir el peso en unos 50 kilos, por lo que estamos pensando en neumáticos más pequeños y un alerón trasero diferente. Para reducir el consumo, podríamos bajar a un depósito de combustible de 90 kilos, en lugar de los 110 actuales".
Al descifrar las palabras del director de monoplazas de la FIA, es posible reunir algunas informaciones que nos dan una especie de paquete para la Fórmula 1 de la temporada 2026. Se habla de una reducción sustancial de la distancia entre ejes [de 3.600 mm a 3.400, con 20 cm menos de longitud], de una anchura de 1.900 mm frente a los 2.000 mm actuales, aunque sin volver a los estrechos coches de 2016 que eran de 1.800 mm.
Sin embargo, en lo que respecta a las llantas de los neumáticos, nos limitamos a decir que serán más pequeñas. La idea ha ido hacia una reducción en la anchura [en la actualidad en los delanteros es de 305 mm, mientras que en el trasero es de 405 mm].
Tener un neumático más estrecho significa una mejor penetración en el aire, con una reducción significativa de la resistencia aerodinámica, lo que aumenta la eficiencia y, por tanto, el rendimiento. Por el otro lado, también hay una menor huella del neumático, lo que se traduce en un menor agarre mecánico.
Todo eso se hizo pensando en una llanta de 18 pulgadas, puesto que la F1 introdujo las ruedas de perfil bajo a partir de 2022 con los monoplazas de nueva generación. El cambio a las gomas más grandes tuvo un coste en el peso, más de 14 kilos, aunque era más por las llantas que por los neumáticos.
En un momento en el que se quiere luchar contra el peso, está claro que habrá que tener en cuenta la reducción del diámetro de las llantas, sin volver a las 13 pulgadas que caracterizaron al Gran Circo desde los años 60 hasta hace dos temporadas. La idea podría ser encontrar un compromiso con 16 pulgadas, un tamaño sin precedentes para la máxima categoría del automovilismo.
Algunos pensaran si es lógico abandonar la idea después de solo cuatro campañas, y es legítimo plantearse la pregunta, pero la FIA está intentando promulgar un reglamento que sea coherente con los objetivos. Desde que el director técnico de la Fórmula 1, Pat Symonds, declaró a Auto Motor un Sport que la dieta para reducir el peso de 50 kilos no será factible porque no se eliminarán más de 20, la federación internacional presentó una propuesta para reducir el peso con ruedas de 16 pulgadas y cumplir con esa rebaja del peso, al mismo tiempo que se garantice un equilibrio de dimensiones que permita un diseño proporcionado y atractivo.
En definitiva, el nuevo reglamento podría convertir a la Fórmula 1 en una muy diferente a la que estamos acostumbrados, y quizá sea la forma de romper la hegemonía que Red Bull ha impuesto.
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