Kimi Antonelli ya ha podido probar la pista de cara a su preparación como piloto oficial de Mercedes en 2025. El joven italiano ha rodado en Jerez con un Mercedes W11, un monoplaza que data de hace cinco años, cuando Lewis Hamilton, por cierto, ganó su último campeonato hasta la fecha.
En teoría, Antonelli tendría opción de rodar con el W14 de 2023. La elección no es baladí. El W14 sería considerado un ‘previous car’ y, por tanto, los días de pruebas de los pilotos titulares con un ‘previous car’ o TPC están limitados a 20 días y 1.000 kilómetros por temporada.
Estas restricciones fueron puestas en marcha solo para pilotos titulares, con el fin de evitar casos como el de Verstappen el pasado año en Imola, cuando rodó con un coche de hacía dos años para compararlo con el coche de 2024.
Por el contrario, probar un F1 histórico, un TCH, que tiene tres o más años con respecto a la temporada anterior, no está sujeto a restricciones.
En Jerez también esta Haas, pero tanto Oliver Bearman como Esteban Ocon o Rio Miyata lo hacen con un Haas de 2023, es decir, un ‘previous car’. Miyata, en su calidad de no titular, no está sometido a las limitaciones de los pilotos titulares.
El objetivo de Mercedes en este test con Antonelli era un tanto distinto del de Haas. Se trataba de que Kimi se fuese familiarizando con el comportamiento de un F1 y sus prestaciones. Todo ello pese a que las reglas técnicas del W11 corresponden todavía a la denominada ‘era híbrida’, dominada por Mercedes, en lugar de la actual ‘era del efecto suelo’.
Haas, por el contrario, con dos pilotos ya con experiencia en F1, prefirió usar el coche de 2023, más cercano al actual. Por supuesto, no hay anuncios oficiales sobre el test, que Mercedes realizó con un coche con decoración de camuflaje.
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