El director de monoplazas de la FIA habla sobre lo sucedido en la temporada 2023 con el aumento del aire sucio y las dificultades para adelantar.
La temporada 2023 de Fórmula 1 descubrió en sus compases iniciales una situación relativamente alarmante que venía a remitir a uno de los principales problemas históricos de la categoría y que precisamente esta nueva era del campeonato venía a mitigar: el aire sucio y la dificultad para seguir de cerca y adelantar a otros monoplazas.
Así pues, pese a que la temporada 2022 supuso un importante paso adelante en este sentido, con un incremento mayúsculo de la media de adelantamientos en cada circuito, la temporada 2023 evidenció desde sus inicios un regreso a la tendencia anterior. Algo que además se correspondía con las sensaciones de los pilotos al volante.
Este incremento del aire sucio por otro lado era de esperar atendiendo a las evoluciones en los monoplazas de un año a otro, progresivamente más complejos y aprovechando cualquier sutileza que permitiese la normativa para generar más carga aerodinámica y por consiguiente más aire sucio. Después de la sorpresa inicial y tras toda una campaña regida por esta mayor complejidad, ahora desde la FIA se ha pronunciado el director de monoplazas, Nikolas Tombazis, explicando el parecer de la Federación y la estrategia que planean al respecto.
La FIA habla sobre los problemas para adelantar en la temporada 2023 de F1
En este sentido, desde la FIA han reconocido la situación, como lago esperable, aunque no deseado, producido además como consecuencia de unas lagunas en el reglamento que no supieron detectar con antelación: “El seguimiento de cerca, digamos la estela, definitivamente este año ha empeorado un poco”, admite el ingeniero griego, a lo que añade:
“Sabíamos que empeoraría un poco cuando la gente evoluciona un poco más. Hubo algunas áreas particulares del coche en las que no pudimos cerrar algunas lagunas lo suficientemente pronto”, establece el alto cargo de la FIA, refiriéndose a unas ambigüedades en la normativa que las diferentes escuderías se han apresurado a aprovechar y que se manifiestan en distintas partes del coche:
“Por ejemplo, el área de la placa del extremo del alerón delantero era una de ellas, el área de las alas sobre las ruedas, los conductos de freno y cosas en el interior de la rueda delantera, estas áreas empeoraban un poco la estela”, enumera Tombazis, sobre las zonas que han incrementado el nivel de turbulencias a los coches perseguidores de un año a otro.
En consecuencia, desde la FIA sostienen que serán más cuidadosos de cara a la siguiente regulación que entrará en vigor en 2026, aunque ello signifique que las actuales normas vayan a verse modificadas ante esta empeora, pues ciertamente tampoco se ha llegado a extremos alarmantes como el de las temporadas entre 2017 y 2021:
“Creo que hemos aprendido un poco cómo hacerlo la próxima vez, pero en general, la estela empeoró un poco en comparación con 2022; sigue siendo una cantidad razonable mejor que en 2021, pero ha habido un pequeño deterioro en términos de cercanía”.
“No creo que vaya a empeorar mucho el próximo año porque no creo que haya otras lagunas que eliminar, como la zona del alerón delantero, etc.”, sopesaba el que hasta el año pasado fue director técnico de la Federación Internacional.
“Espero que siga siendo muy similar. Tampoco creo que haya empeorado durante el año, creo que fue solo este año en comparación con el año pasado”, finalizaba Nikolas Tombazis, director de monoplazas de la FIA después de un año con relativos retrocesos en lo que aire sucio se refiere, pero que siguen dejando un balance positivo que probablemente pueda verse parcialmente corregido de cara a 2025, cuando Pirelli cambie por completo su gama de neumáticos.
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