En el 10° aniversario de su accidente se multiplican los homenajes a ‘El Kaiser’.
Día 29 de diciembre, uno que para la afición a la F1 guarda un significado doloroso desde hace ya una década, marcado por el terrible accidente que sufrió Michael Schumacher esquiando en Suiza, al impactar por con una piedra que iniciaría un largo recorrido hacia la recuperación marcado por el silencio de los más allegados, algunos de ellos con una reseñable presencia en la Fórmula 1 de los últimos años como su hermano Ralf, su hijo Mick, o su exjefe de equipo y amigo, Jean Todt; quienes no han podido ocultar su dolor por el estado actual de una de las figuras más carismáticas y determinantes de la historia de la Fórmula 1.
En una fecha tan señalada, se multiplican los homenajes y los recuerdos al que para muchos ha sido el piloto más importante de la historia de la categoría. Hoy recordamos a Michael Schumacher a partir de una de las historias que recientemente Jean Todt reveló sobre los días de ambos en Ferrari, marcados por unos inicios turbulentos antes de que el proyecto de Todt germinase.
Jean Todt recuerda cuando Michael Schumacher le salvó en Ferrari
De este modo, el que fuese team principal de Ferrari en sus años más gloriosos y posteriormente presidente de la FIA, volvió a referirse en una entrevista con La Stampa, a sus días de rojo. Aunque no precisamente a la época dorada de principios de los 2000, sino al difícil inicio de la andadura con Michael en 1996.
Poniendo en contexto, Michael Schumacher aterrizó en Maranello tras conseguir los títulos mundiales de 1994 y 1995 en Benetton. El proyecto de los italianos volvía a ilusionar tras varios años en la retaguardia, sin embargo, todo estalló con un monoplaza de apariencia sorprendente, y que nunca terminó de dar sus frutos en pista, provocando la habitual ira por parte de los sectores italianos:
“La situación era desastrosa al principio. En 1996 se habló mucho de mi despido. Michael acababa de llegar y vio que mi plan era correcto, las personas que estaban por llegar y con las que estaba tratando en secreto correspondían a nuestro plan. Por eso intervino y dijo: ‘Si Todt se va, yo también me iré’”, revelaba ahora el mandatario francés, necesitado del tiempo que les sigue faltando hoy en día a los jefes de equipo, debido a que Todt estaba por reunir en Ferrari a Michael Schumacher, Ross Brawn y Rory Byrne, grandes artífices del proyecto de Ferrari que solo conseguiría una victoria en 1996 en el Gran Premio de España pasado por agua.
Sin embargo, a pesar de que la competitividad se recuperó a partir de 1997, el ansiado título del mundial de pilotos no llegó hasta el año 2000, debido a diversos contratiempos que ahora comenta desde su perspectiva Jean Todt:
“La primera, en 1997, fue una mentira de Michael. En esa ocasión lo protegimos mucho. En 1998 se produjo el escándalo de Coulthard, que en Spa, bajo la lluvia, frenó delante de él para recibir un choque por detrás y detenerlo. En 1999 Michael se rompió la pierna en un accidente. Cuando regresó, ayudó a Irvine”, opina Jean Todt sobre una espera que no decepcionó y que desembocó en el momento más feliz de su carrera profesional:
“En el año 2000 ganamos. El abrazo con Michael en el podio es el momento deportivo más feliz de mi vida. Finalmente hemos logrado el objetivo que nos propusimos en 1993”, recuerda para finalizar Jean Todt sobre aquel Gran Premio de Japón del año 2000, que vio coronarse a un nuevo piloto de Ferrari por primera vez desde Jody Scheckter en 1979.
Un piloto a la altura de su leyenda y su legado para la historia, con mil y una anécdotas a recordar por quienes le acompañaron y le siguen acompañando desde hace una década en su nueva lucha. Keep fighting Michael.
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