Se espero más de 3 horas con los resultados en el aire, sin que exista una justificación lógica para ello.
A las 14:40, horario peninsular, de este domingo, Oscar Piastri cruzaba en primera posición la línea de meta venciendo el Gran Premio de Azerbaiyán. Minutos más tarde, se conocía que Max Verstappen podría haber cometido una infracción en régimen de coche de seguridad virtual, dejando los resultados en el aire.
Investigaciones postcarrera
El resultado de la investigación no se daría a conocer hasta las 17:41. Tres horas después. Minutos antes se conocía también la resolución de la investigación sobre Carlos Sainz y Checo Pérez, y minutos después se sabría la de Pierre Gasly, Nico Hülkenberg y Esteban Ocon.
Es decir, una detrás de otra, todas juntas, en lugar de hacerlo cuando se toma la decisión, secuestrando los resultados y mostrando una total falta de respeto por el aficionado de la Fórmula 1 que, en esta ocasión, estuvo tres horas esperando para saber si los resultados de la carrera que acaban de ver son esos u otros.
Exactamente igual que hace unas semanas, cuando Hamilton estorbó a Pérez en la Q1, pero la sanción no salió hasta pasadas las ocho de la tarde, y además, de forma extra oficial.
No es nuevo, pero hay casos especialmente sangrantes. Cómo cuando la pole lograda por Max Verstappen en México estaba en el aire por haber mejorado con bandera amarilla, pero el director de carrera estaba entretenido mirando cómo reparaban la valla y la sanción tardó horas en salir.
Resulta inconcebible que en pleno 2024, la FIA sigue sin tener un sistema con prioridades. Porque no, no es lo mismo saber si el piloto que ha cruzado la línea de meta quinto puede tener una sanción, o la puede tener el que la ha cruzado penúltimo, o incluso dos pilotos cuyo castigo sería para la cita de dentro de siete días. Tan absurdo como si al acudir a urgencias te atendieran por orden de llegada y no gravedad.
Prioridad a la hora de investigar y publicación inmediata
No es solo por lógica, es por respeto a la competición que representa, y de la que luego no les tiembla el pulso para sancionar a terceros, precisamente por atentar contra el buen nombre de la categoría. Respeto por aficionados que desean saber ya la resolución de una investigación, y no dentro de tres horas, cuando terminemos de redactar todo el trabajo.
Una crítica recurrente que por un motivo que se antoja complicado de entender, no parece molestar a los equipos, que en ocasiones descubren estas sanciones cuando ya están fuera del circuito. ¿Qué habría que hacer para que la FIA cambiara esta actitud y empezara a pensar en los fans? Estaría encantado de saberlo.
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