El RB20 de Max Verstappen sufrió un stint catastrófico con el compuesto medio. Por contrapartida, Mercedes ilusionó.
Mercedes y Red Bull: el yin y el yang, la cara y la cruz de la moneda en el desierto de Nevada. Mientras que el W15 lideró por tercera vez consecutiva una sesión de entrenamientos libres en Las Vegas, el RB20 fue un auténtico infierno de pilotar. Que se lo digan a Max Verstappen...
El Red Bull "inconducible" de Max Verstappen en Las Vegas: "Me voy a chocar"
Preocupación absoluta en el garaje de la formación de Milton Keynes y una situación alarmante dentro del habitáculo del RB20 manejado por el piloto neerlandés. El monoplaza pilotado por el tricampeón del mundo reportó un desgaste exponencial y masivo con el compuesto medio: en menos de 10 vueltas, ya estaba en las lonas... ¡Sin ser ni siquiera el neumático más blando! Dichoso graining.
Max protagonizó múltiples bloqueadas de frenada y salidas de pista en el trazado gélido del desierto de Nevada: menos de 15 grados en la tercera sesión de entrenamientos libres... Y todavía faltaría la sesión clasificatoria programada para para una noche más avanzada, fría y confusa. El mundo al revés: Haas arriba y Red Bull abajo en la tabla de tiempos, precisamente en el fin de semana en el que "Mad Max" opta a lograr su cuarta corona en la Fórmula 1.
La única solución era comparar el rendimiento con la goma roja. Max la montó y la historia cambió, al menos, en la primera vuelta rápida: "El agarre es mucho mejor por millas", declaró inmediatamente el hijo de Jos, al mismo tiempo que el hijo de Lawrence Stroll se detuvo en la pista debido a un problema de fiabilidad a falta de seis minutos para finalizar las últimas prácticas del fin de semana. Bandera roja y todos a pensar en la clasificación.
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