En una carrera dominate en Las Vegas, logrando la tercera victoria de su carrera en la F1, el piloto de Mercedes reveló que vivió la carrera con el temor de que pudiera ocurrir algo inesperado que estropeara sus planes.
Después de que le arrebataran una bonita victoria en Spa-Francorchamps, cuando se descubrió que su Mercedes estaba ligeramente por debajo del peso mínimo permitido, George Russell se merecía otra oportunidad para volver a sumar un triunfo en Fórmula 1. Hasta ahora, es innegable que la Dama de la Suerte no había estado demasiado de su lado, pero esta vez no la necesitó, porque su actuación en Las Vegas fue poco menos que magistral.
Las bajísimas temperaturas de Nevada favorecieron la agresividad del W15 con los neumáticos, lo que permitió al piloto de Mercedes ponerlos a temperatura antes que nadie. Un arma que el británico explotó para firmar la pole y escaparse en el primer stint de la carrera, el de los neumáticos medios, en el que sus perseguidores empezaron a sufrir graining muy pronto, mientras que él supo gestionar el ritmo a la perfección para estirar y llegar a la primera parada con un buen margen.
Todo ello mientras por detrás su compañero Lewis Hamilton confirmaba el gran potencial del monoplaza de Brackley en estas condiciones, remontando incluso desde la décima posición de la parrilla hasta la segunda plaza final para ir conformando un gran uno-dos. Así que va a ser una noche de celebración para Mercedes, y si hay un lugar ideal para hacerlo, es la capital mundial del juego...
"Vamos a tener una buena fiesta esta noche. Se suponía que tenía que irme en un par de horas, pero definitivamente no voy a coger ese vuelo y disfrutar de esta noche con todo mi equipo. Ha sido un fin de semana de ensueño: no sé cómo hemos sido tan rápidos, pero realmente me siento en la cima del mundo en este momento", confirmó Russell, ante el micrófono de Jenson Button y el actor Terry Crews.
"Este es realmente un lugar de locos, cuando conduces y ves todo esto de fondo es realmente algo indescriptible. Realmente no podíamos haber elegido un lugar mejor para ganar dominando todo el fin de semana, incluso consiguiendo la pole position y haciendo un uno-dos con Lewis", añadió.
Vista desde fuera, su carrera parecía bastante sencilla: tras contener muy bien a los Ferrari en las primeras vueltas, estuvo prácticamente en una escapada en solitario hasta el final. El único temor de George era que su nube de mala suerte volviera a hacerle daño.
"Tenía miedo de que pasara algo, porque en las otras carreras en las que había conseguido la pole antes, siempre había sucedido el caos, con lluvia o bandera roja, como en la última carrera en Brasil. Aquí me sentía confiado, porque tenía una buena ventaja, pero esperaba que pasara algo, y en cambio no fue así: evidentemente, la suerte decidió ponerse finalmente de mi lado, así que estoy muy contento", concluyó.
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