El rendimiento de Aston Martin es alarmante, y no tiene vistas de mejorar a corto plazo.
Finalizado el quinto Gran Premio de la temporada, Fernando Alonso aún no sabe lo que es puntuar, una anomalía en su carrera deportiva. El asturiano ha sido undécimo en dos ocasiones, pero en ambas ha contado con fortuna en forma de sanciones y retiradas de rivales más rápidos, lo que no hace más que hacer la situación más desoladora.
Fernando Alonso, sin ritmo y sin ideas
Y es que la lucha por ser el peor equipo del momento está entre Sauber y Aston Martin, una vez se ha visto que Racing Bulls tiene potencial, al igual que Alpine, especialmente en manos de Gasly, y que Haas, tan pronto está mal como mete sus dos coches en los puntos.
No es el caso de Aston Martin, que no ha mostrado en ninguna de estas carreras un ritmo capaz de entrar entre los diez primeros, lo cual preocupa mucho dentro del equipo, especialmente cuando aparecen datos como que de los 10 equipos de la parrilla, los de Lawrence Stroll fueron los únicos -y no poco- que empeoraron su rendimiento respecto a la misma carrera de la temporada anterior.
empeoramiento se esconde el intento de rizar el rizo. En Aston Martin lo han probado absolutamente todo, hasta el punto de quedarse sin ideas. Y en estas pruebas infinitas, lejos de encontrar el camino, parecen haberse perdido aún más. Fernando Alonso fue claro al referirse a esto, señalando que se habían quedado sin ideas, y que ya solo quedaba esperar a fábrica.
En carrera, Fernando terminó satisfecho con su rendimiento personal, agotado tras haber realizado 45 vueltas de clasificación. Pero la realidad es que cruzó meta undécimo, beneficiado por la penalización a Liam Lawson, y a 9’’ de Isack Hadjar, que sufrió un gran tapón de los Williams en las últimas vueltas.
En el caso de Lance Stroll, es peor si cabe. Cierto es que el piloto cuenta con el bagaje de lo logrado en Australia y China, pero en términos de carrera, no hay potencial. Aston Martin optó por algo diferente, una estrategia contraria al resto, pero lo peor de esto es cuando no sale de cara, quedas aún más señalado. El canadiense cruzó meta con vuelta perdida, luchando la posición con un Nico Hülkenberg al que no pudo adelantar.
Los ojos puestos en el túnel de viento
En Aston Martin agachan la cabeza al ser preguntados por mejoras. Están trabajando sin descanso, pero aún no tienen fecha. Las malas lenguas hablan de que en Silverstone están bloqueados porque el túnel de viento está arrojando datos diferentes a los anteriormente usados por el equipo, volviéndose locos en este punto para averiguar qué está bien y qué está mal. Y todo contrarreloj porque no tardará Newey en querer probar elementos del monoplaza de 2026.
Por momentos, parece que Aston Martin está en un callejón sin salida.
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