El equipo Mercedes todavía esta solucionando algunos problemas, pero al GP esta probando mejoras. 
Más allá de los tiempos por vuelta que han dado señales de progreso en el ritmo de su W15, el estado de ánimo de sus pilotos es mucho más optimista tras este sábado de GP de Japón que en cualquier otro momento de la temporada.
De hecho, Hamilton declaró que había habido una diferencia "como la noche y el día" en lo cómodo que se había sentido en el coche, algo que no ha sido habitual durante los problemáticos años que Mercedes ha soportado en esta era de la F1 de efecto suelo.
Como dijo el siete veces campeón del mundo tras la sesión de clasificación en el Suzuka, "Especialmente en una pista como ésta, donde necesitas un buen equilibrio, es lo más agradable que he sentido en los últimos tres años".
Lo más intrigante del progreso de Mercedes es que no se ha debido a ningún cambio específico en las piezas del coche.
De hecho, la hoja de presentación que los equipos tienen que entregar a la FIA antes de cada fin de semana para señalar cualquier componente nuevo mostraba que Mercedes no había traído llevado actualización a Japón.
Por el contrario, el progreso se debe a que el equipo está dispuesto a experimentar y a adoptar un enfoque totalmente diferente a la hora de configurar su coche.
Como dijo el jefe de Mercedes, Toto Wolff, a Sky Alemania tras la clasificación: "Hemos probado algo completamente nuevo. Eso nos ha acercado mucho más a la cabeza. De hecho, exactamente a la mitad de diferencia que el año pasado y mucho más cerca de McLaren. Eso es lo positivo".
En el profundo análisis que el equipo ha llevado a cabo desde principios de temporada ante sus problemas, se han centrado en la temperatura de los neumáticos, y en que tal vez parte de su ritmo se ha visto obstaculizado por un desajuste en el calentamiento de los neumáticos delanteros y traseros.
Eso podría haber contribuido al fenómeno al que se refirió recientemente el director técnico de Mercedes, James Allison, de que el coche se "salía por la ventana" cuando subían las temperaturas de la pista.
"Si intentáramos trazar ese patrón, probablemente la correlación más fuerte que podemos establecer en este momento es que nuestra competitividad cae cuando la pista está caliente, cuando el día está en su punto más cálido y, por lo tanto, las temperaturas de los neumáticos aumentan con los del circuito", dijo.
"Eso nos da algunas pistas sobre lo que tenemos que hacer de aquí en adelante. Desde la FP3 hasta la clasificación en Melbourne no hubo ningún cambio de puesta a punto".
Se entiende que para Japón, Mercedes se ha embarcado en un enfoque de puesta a punto diferente para el coche, que deja de sobrecargar tanto el eje trasero.
El objetivo es reducir la temperatura de los neumáticos traseros para que estén más en línea con los delanteros, y ayudar así a conseguir un coche mucho más equilibrado delante y detrás.
Russell dijo que los experimentos llevados a cabo en Japón habían sido bastante extremos, pero se sintió esperanzado porque finalmente el equipo estaba empezando a entender los factores que había en juego, especialmente cuando se trata de abordar la mayor debilidad que tiene en las curvas de alta velocidad.
"Sin duda estamos haciendo pruebas más drásticas en este momento para tratar de llegar a la cima de este rendimiento a alta velocidad", dijo.
"El coche se está correlacionando bien en la baja velocidad y en la velocidad media. Pero estamos muy lejos en la alta velocidad en comparación con lo que vemos en la fábrica. Así que tenemos que mejorar".
Mercedes no se hace ilusiones de haber encontrado todavía una bala mágica para transformar su temporada, porque de hecho sus pilotos son séptimo y noveno en la parrilla del GP de Japón. Pero, al menos, la dirección a seguir parece buena.
Como Wolff reflexionó tras la Q3 del sábado: "Siempre se pueden hacer cuentas: una décima y estás en la segunda fila de la parrilla. ¿Es suficiente o no? No lo sé".
"Un resultado en general no muy agradable, pero puedo ver algo positivo en el rendimiento".
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