La victoria en Imola, dejó una extraña situación donde los mejores ritmos lo cambiaron entre tres marcas diferentes.
Quién se dedique únicamente a mirar la tabla de resultados podrá pensar que la vida sigue igual en la Fórmula 1. Una nueva victoria de Max Verstappen tras lograr la pole position en la jornada del sábado.
La victoria más ajustada de Max Verstappen
Pero ni mucho menos. Max Verstappen logró una sufrida victoria en Imola, cimentada principalmente en el hecho de partir la carrera en primera posición. Sin embargo, el neerlandés hubiera salido derrotado de haber sido una carrera contrarreloj, ya que en las últimas vueltas estuvo incordiado por Lando Norris, bloqueado ante la dificultad de adelantar en esta carrera.
La previsión antes de la carrera era de una cita algo anodina, sin apenas desgaste de neumáticos y con un ritmo conservador para asegurar el ir a una sola parada, sin embargo, dejó situaciones de lo más curiosas donde dependiendo del momento, Red Bull, Ferrari y McLaren se intercambiaron el ser el vehículo más rápido en pista.
Con neumático medio, triunfó el Red Bull de Max Verstappen. A pesar de ir conservando gomas para ser el último en parar y evitar que un rival pudiese hacer ‘undercut’ o aprovecharse de un coche de seguridad tardío, Verstappen imprimió el mejor ritmo con estos neumáticos. Cierto es que el piloto se quejó de un desgaste excesivo en el neumático delantero izquierdo, llamativo teniendo en cuenta que la teoría dice que es el derecho el que más debería sufrir.
El cambio de neumático al duro era terreno desconocido para Red Bull, que no lo probó en todo el fin de semana. Y fue precisamente con este neumático cuando tuvo lugar la situación más llamativa.
Max Verstappen aumentó su ventaja hasta los siete segundos mientras Lando Norris se quejaba de estar siendo más lento que los pilotos que tenía por detrás. El muro intentaba tranquilizarlo asegurando que el resto estaba abusando de los neumáticos, pero el piloto no parecía muy convencido.
Fue en este periodo de carrera cuando asomó la cabeza el Ferrari de Charles Leclerc, que era quién realmente estuvo incomodando a Lando Norris. El monegasco recortó terreno hasta pegarse a la trasera del McLaren y realmente parecía que lo iba a pasar, que con la goma dura, Ferrari era más rápido que McLaren.
Todo terminó cuando Charles cometió un pequeño error, yéndose recto en la chicane y perdiendo algo de terreno. El de Ferrari no volvería ser el más rápido en pista. En ese momento, quién recogió el testigo fue Lando Norris.
Lando Norris, el más rápido a final de carrera
El británico empezó a rodar unas décimas más rápido que Max Verstappen, que además estaba apercibido de sanción si volvía a sobrepasar los límites de pista. De hecho, la idea inicial de McLaren era que Norris se situara por debajo de los cinco segundos por si caía una sanción. Pero Lando tenía mucho más.
Entre el miedo a una sanción y la llegada de pilotos doblados, la distancia se fue reduciendo hasta que llegó el mensaje que nadie en Red Bull quería oir. “Me he quedado sin neumáticos.” Verstappen se volvía vulnerable y Norris lo sabía. Lo sabía hasta el punto de que cuando su ingeniero se lo va a comunicar, éste lo corta en seco para decirle que ya lo estaba viendo.
Lando no dejó de reducir terreno hasta la última vuelta y Verstappen tuvo hasta que agotar su batería para tratar de ser más rápido. Para bien o para mal, la carrera se acabó antes de que Norris tuviera oportunidad de lanzar el vehículo o entrar en zona de DRS, eso sí, a solo 725 milésimas de Max.
Dudas para Red Bull
Norris fue el más rápido de los pilotos con goma dura. Pero es que incluso Charles Leclerc tuvo mejor promedio que el de Max Verstappen, lo cual ha suscitado muchas preguntas de cara al futuro inmediato de la F1, pues si bien es cierto que no en todas las carreras de 2023 Red Bull ganó con la misma solvencia, no se recuerda que sufriera de esta manera en dos citas consecutivas.
Dudas para Red Bull, esperanza para McLaren y Ferrari, y descorazonador tanto para Mercedes, que acabó a más de medio minuto, y Aston Martin, con un fin de semana para olvidar.
