El jefe de Ferrari Frederic Vasseur no perdió oportunidad de contribuir a un momento de máxima felicidad. 
Cuando un piloto como Lando Norris logra su primera victoria en Fórmula 1, acostumbran a suceder las escenas más simpáticas imaginables, como se pudo ver en el GP de Miami. Gana un piloto conocido por ser muy bromista con sus compañeros, que no es rival para el título, de un equipo que hacía tiempo que no subía a lo más alto del podio y con los contendientes al título sin perder mucho terreno, sin olvidar todas las veces que el britanico lo ha rozado sin conseguirlo. Uno de esos días en que todos ganan y la Fórmula 1 gana.
Primera victoria de Lando Norris en F1
La práctica totalidad del paddock acudió a felicitar a Lando Norris, la mayoría en cuanto el británico se bajó del vehículo, como se pudo observar con un Fernando Alonso, ex compañero, dándole ostensibles golpes en el casco.
Como era de esperar, McLaren programó una de las habituales fotografías de celebración en la que todos los miembros del equipo posan con el piloto y el trofeo que se le otorga tanto al piloto que gana la carrera como al constructor que acaba en primera posición, con un ambiente tan festivo como se pueda imaginar.
Y ahí es donde irrumpió de formar sorprendente Frederic Vasseur, máximo responsable de Ferrari en Fórmula 1, que botella de champagne en mano, se acercó sigilosamente a la escena para colocarse detrás de los fotógrafos y esperar el momento perfecto para bañar a los protagonistas.
Vasseur fue interceptado, y se le lanzó una gorra naranja que no dudó en ponerse, eso sí, hacia atrás, para ocultar ligeramente los patrocinadores de los rivales. Y en cuanto terminó el momento de la fotografía y se pasó al del champagne, apareció para esparcir el espumoso a todo el que se pusiera por delante.
Frederic Vasseur, invitado especial a la celebración
Frederic Vasseur es uno de los personajes más introvertidos del paddock cuando de tratar con la prensa se trata, sin embargo, es una persona completamente diferente cuando se trata de los pilotos o amigos de otros equipos.
Llamativa fue su escena corriendo con tijeras en mano por el ‘hospitality’ de Sauber para cortarle la cabellera a un Antonio Giovinazzi que acababa de conseguir sus primeros puntos en Fórmula 1. O también sus divertidas escenas junto a Günther Steiner, que incluyen el sabotaje de varios vídeos. Sin duda, un personaje de lo más particular.
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