Red Bull busca alinear los pilotos para 2025, Franco Colapinto emergió como un candidato para los equipos de F1 de la compañía de bebidas energizante. 
Los tres títulos mundiales consecutivos ganados por Verstappen han eclipsado un problema que viene de lejos en Red Bull. Durante una década (2008 a 2018), la gestión de pilotos fue una de las joyas de la corona del grupo austriaco, ya que el programa junior confiado a Helmut Marko siempre consiguió garantizar al equipo de Fórmula 1 jóvenes a la altura de las 'joyas' Vettel y Verstappen. Entonces algo se atascó, pero bajo el interminable champán proporcionado por Max en los últimos años, el problema permaneció oculto.
Verstappen ganó en solitario el campeonato de constructores en 2023 (575 puntos cosechados por el neerlandés frente a los 409 de Mercedes), mientras que el año anterior solo necesitó 100 puntos de los de Pérez, que fue la distancia entre Verstappen y Ferrari.
Esta temporada, gracias al mayor equilibrio técnico, la burbuja ha estallado. Después de 20 Grandes Premios, Pérez (con cero victorias, frente a las siete de Verstappen) es solo octavo en el campeonato de pilotos, con el 41% de los puntos de su compañero en su haber. El Campeonato de Constructores se ha convertido rápidamente en una empinada cuesta arriba debido al ascenso de McLaren y Ferrari, un escenario en el que Red Bull ha caído hasta la tercera plaza.
Si estas posiciones se confirman al final de la temporada, gran parte de la culpa la tendrán los puntos que se ha dejado por el camino el segundo coche, es decir, el de Pérez. Una caída que le costaría a Red Bull unos 25 millones de dólares, es decir, la diferencia de la primera a la tercera posición prevista en el Acuerdo de la Concordia.
Todo llega a su fin. A pesar de la posibilidad de contar con cuatro monoplazas desde hace varios años, Red Bull no sólo tiene el problema de depender de Verstappen, sino también el de no tener en sus filas a un joven con la cualificación adecuada para trabajar junto al tricampeón. A día de hoy (es mejor subrayarlo porque Marko suele cambiar de opinión) el candidato número uno para sustituir a Checo es Liam Lawson, que acaba de volver al coche en Austin tras casi un año parado.
Si el neozelandés se uniera a Red Bull la próxima temporada, lo haría con once Grandes Premios de experiencia a sus espaldas, una situación paradójica si se tiene en cuenta que la primera tarea de Racing Bull debería ser permitir a sus jóvenes prepararse lo mejor posible antes de pasar al equipo de referencia.
En el pasado, en los tiempos de Toro Rosso, funcionaba así, luego el vals de los pilotos dirigidos por Marko en los últimos años pareció no tener pauta aparente. Decisiones viscerales (como el alistamiento de Nyck De Vries), regresos (la oportunidad ofrecida a Daniel Ricciardo) y, sobre todo, un scouting infructuoso del equipo junior. Piastri, Norris, Russell, pasando por los más jóvenes Bearman y Antonelli, han pasado desapercibidos para Marko.
Las tres razones por las que Colapinto interesa a Red Bull
En los últimos días ha saltado a los titulares un contacto entre Red Bull y Williams en torno al futuro de Franco Colapinto. El debut del argentino en la Fórmula 1 mereció interés, hasta el punto de que incluso Audi sondeó su situación contractual. Pero en el caso de Red Bull, los motivos del interés por la figura de Colapinto son diferentes.
El primero está vinculado a la posible rescisión anticipada del contrato con Pérez, una decisión que conllevaría la necesidad de encontrar un cuarto piloto que se uniera a la 'familia Red Bull' junto a Verstappen, Tsunoda y Lawson.
El segundo se refiere a otros aspectos. Cerrar relaciones con Pérez conlleva el riesgo de ver desaparecer parte del apoyo financiero. Checo en México es una estrella absoluta, el 60% del merchandising producido por Red Bull se vende en el mercado centro y sudamericano, superando incluso las cifras del campeón del mundo Verstappen.
Buena parte de los apoyos de Red Bull provienen de esta zona geográfica, e incluso el patrocinador principal (el gigante informático Oracle) ha pasado a apoyar al equipo por la fuerte insistencia de la filial mexicana. En este escenario, mandar a Pérez a casa es una cuestión que va más allá de un cambio normal de piloto, pero la decisión parece estar ya a la vuelta de la esquina; el pasado fin de semana fue indicativo de hasta qué punto la relación entre el mexicano y el equipo ha entrado en una espiral descendente que parece irreversible.
Aquí es donde mejor encaja la figura de Colapinto, ya que la entrada del argentino en la familia Red Bull podría aliviar la decepción en México y Sudamérica por la marcha de Pérez. El pasado fin de semana quedó muy claro el cariño que los cientos de miles de aficionados que acudieron al circuito Hermanos Rodríguez le tienen a Colapinto, un afecto que se suma a la ovación desenfrenada que cada vez se apodera más de Argentina y otros países sudamericanos. En términos financieros, si Red Bull consiguiera arrebatar Colapinto a Williams, sería sin duda una operación positiva.
La tercera razón es la frenética búsqueda de un compañero de equipo para Verstappen. Lawson es el principal candidato, pero con poca experiencia a sus espaldas siempre existe el riesgo de otro caso Gasly, degradado en 2019 a Toro Rosso tras solo doce Grandes Premios por falta de resultados.
Si hace cinco años Red Bull tenía a Alexander Albon a su disposición, el año que viene el "refuerzo" de Lawson podría ser el propio Colapinto. Pero primero, por supuesto, está la negociación con Williams. Para vender la 'etiqueta', es muy probable que James Vowles dispare alto (algunos han especulado con 20 millones de dólares), una cantidad que podría alejar cualquier posible arrepentimiento futuro, pero la partida sigue abierta.
La única certeza es que en cinco Grandes Premios (dos de los cuales terminó en la zona de puntos) un joven que hasta mediados de agosto no era conocido por el gran público se encuentra en el centro de la escena, disputado por tres equipos de Fórmula 1.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario