Lewis Hamilton muestra en Maranello su forma habitual de trabajar después de una sesión en pista, encontrando la plena cooperación de los técnicos de Ferrari, que quedaron impresionados no sólo por su enfoque humano, sino también por la minuciosidad aplicada a las cosas que quiere afinar.
Lewis Hamilton es un perfeccionista. Dedica tiempo y cuidado cuando hay un detalle que no le satisface. Durante sus 30 vueltas en la pista de Fiorano, en su día de debut con un Ferrari de F1, dedicó su atención a las cosas que hay que arreglar antes de volver a ponerse al volante del SF-23 la semana que viene en Barcelona (28-30 de enero), donde, al menos en teoría, debería encontrar unas condiciones ambientales más favorables que la niebla y la lluvia del miércoles.
El siete veces campeón del mundo fue fotografiado en el box del Cavallino con un cuaderno en la mano, dibujando un boceto para Riccardo Adami, el ingeniero de pista que seguirá al inglés durante toda la temporada, sobre cómo deben adaptarse los pedales a sus necesidades ergonómicas. Los dos pedales, en efecto, tienen precisamente la forma de la suela del piloto, con refuerzos laterales en los que el pie casi encaja para no perder nunca el contacto.
El cuaderno, recordarán los memoriosos, era una de las obsesiones de Sebastian Vettel al principio de su aventura en Maranello. El alemán tomaba notas, llenaba páginas en su preciado cuaderno mientras hablaba con los ingenieros o aún sentado en el cockpit del SF15-T para registrar cada detalle, cada matiz en su aproximación al monoplaza de la Scuderia de 2015. Evidentemente, es una característica de los campeones del mundo que trabajan con equipos británicos.
Una vez fuera del SF-23, Hamilton participó en un debriefing con los ingenieros, que tenían curiosidad por conocer sus primeras impresiones sobre el Ferrari de 2023 que había pilotado en el marco de las reglas de TPC (Pruebas de Coches Anteriores).
Al parecer, el inglés, antes de comenzar la sesión, pidió a los ingenieros una hoja resumen de la prueba, con los datos escritos para iniciar una comparación basada no sólo en las sensaciones de conducción, sino también en los números.
Un enfoque evidentemente diferente al que Ferrari adoptó el año pasado con Leclerc y Sainz, y en el que Hamilton probablemente introducirá una nueva costumbre. Son sólo pequeños detalles que dan una idea de cómo un piloto puede haber desarrollado en su larga carrera una forma muy metódica de actuar con el personal técnico. Y si será sólo "cine" o sustancia lo dirá el tiempo.....
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