CARRERA: McLaren gana el campeonato de Constructores tras la tercera y cuarta posición de Norris y Piastri.

La primera sorpresa llegó incluso antes de que se apagase el semáforo. La lluvia fue la gran protagonista durante la mañana y eso cambió los planes de muchos. La pista estaba húmeda, lo que hacía dudar de la elección de neumáticos: ¿'slicks' o intermedios? Todos eligieron los lisos para ganar ventaja cuando el trazado se secara por completo —se preveía que eso ocurriría en apenas un par de vueltas—, pero tendrían que ser cautos en los primeros instantes. Y así fue. Max Verstappen salió directamente al ataque con los blandos. Fernando Alonso, en décima posición, también. Eran los únicos del Top 10 que se atrevieron a probar una estrategia tan agresiva.
La calidad de los pilotos quedó demostrada en la salida: ningún toque ni accidente. George Russell, desde la Pole, mantuvo la primera posición. Verstappen no pudo sacar ventaja de esa goma blanda. Lando Norris, por su parte, arriesgó y adelantó a su compañero de equipo y a Andrea Kimi Antonelli. En la primera vuelta ya era tercero. Sin embargo, se tocó con Oscar Piastri y con el piloto neerlandés, lo que dañó su alerón. ¿Dónde estaban las 'papaya rules'? Por lo pronto, la radio del australiano fue clara: "Eso no es muy de equipo".
Desde el equipo dijeron que lo hablarían internamente, pero no hubo devolución de posiciones. Cada uno siguió hacia el final, uno detrás de otro. Aunque tras su buena salida se notaba que Norris tenía más ritmo, pese a tocar el muro en la vuelta 13 y tener el alerón dañado. Estaba cerca de Verstappen. Incluso se planteó hacerle un 'undercut' al neerlandés, que llevaba un neumático diferente. Pero era un 'teatrillo' de manual. Iban a esperar un poco más.
Por detrás, las paradas comenzaron en la vuelta 14. Tsunoda y Bortoleto fueron los primeros en probar, seguidos por Colapinto. Las ventanas de paradas se abrían y muchos cambiaron de ritmo, incluido Alonso, que desde la octava posición tenía un hueco de 11 segundos por delante. Eso le permitió pegar el tirón y dejar atrás a Hadjar.
Red Bull paró a Verstappen en la vuelta 20. Al final, cambiaron las tornas y fue el neerlandés el que, en efecto, paró primero. Lógico, con esas gomas blandas. Aun así, la premisa era muy clara: Norris tenía que tirar como un loco para que, en el momento de parar, pueda estar por delante de Max. O esperar un coche de seguridad. En clave Alonso: Hadjar paró y salió justo por delante de Colapinto, en la 17ª posición.
Russell entró en boxes en la vuelta 25 y, en la siguiente, lo hizo Norris. El británico salió justo por detrás de Verstappen, a cinco segundos, tras un pit-stop muy rápido de 2,1. Justo todo lo contrario de lo que le pasó a su compañero de equipo, que se fue hasta los cinco. Y lo mismo con Fernando Alonso, que puso los medios: desastre en la parada, que duró más de nueve segundos. Se marchó a la 15ª plaza.
A partir de ese momento, y ya con todas las paradas hechas –a falta de Lawson, Stroll, Sainz y Albon–, la carrera se estabilizó. Estaban esperando un coche de seguridad que les abriera las puertas de los puntos. Si no, en el momento de entrar en boxes, se diluirían. Por delante, Verstappen apretaba. Su neumático era más viejo que el de Russell... pero se puso por debajo de los tres segundos a falta de 26 vueltas para el final. ¿Problemas, ritmo del neerlandés, o simplemente estaban gestionando en Mercedes? Es una pregunta que tendría respuesta más adelante.
Alonso, por su parte, recuperó tiempo. Hadjar tenía un problema en el motor, del que habían avisado ya hacía varias vueltas. Así que el asturiano se acercó... ¡y pasó al francés el pista! Una batalla que ha sido, sin duda, la más emocionante de toda la carrera. E incluso pasó en pista a Albon, que aun no había parado. Y ya puso el ojo en Bearman, que estaba a menos de un segundo y medio. Le adelantó en apenas un par de giros. Ya era, virtualmente, el primero del resto.
Norris se puso en zona de DRS en la vuelta 46. Verstappen era vulnerable, tenía muchos problemas para conducir el RB21, de hecho ya había cometido un par de errores. Algo que no es común en el neerlandés. El duelo tenía picante tras el cruce de declaraciones del día anterior, aunque el británico tenía mucho más ritmo. Sin embargo, entre los doblados y la picardía del tetracampeón, cada vez era más difícil.
Curioso el caso de Hamilton: el heptacampeón entró dos veces en boxes. La última, para colocar el neumático blando, mucho más rápido. La idea era alcanzar a Antonelli, una posición muy importante para Ferrari en clave campeonato de Constructores. Pero al final de la cita ha perdido los frenos y no ha podido alcanzar al piloto de Mercedes.
Ese problema de frenos le ha puesto picante al final de la cita. Alonso ha estado a punto de adelantar al heptacampeón del mundo. No ha podido hacerlo, aunque Hamilton ha sido sancionado con cinco segundos. Y el asturiano ha cruzado la línea de meta muy cerca, así que ha podido superarle. El heptacampeón pasa a la octava posición.
La alegría, a pesar de que Russell y Verstappen se les ha colado por delante, se la ha llevado McLaren. El equipo papaya ya ha ganado el campeonato de Constructores. Un mero trámite, pues sólo necesitaban 13 puntos para lograr el objetivo. Siguiente parada: ¿el título de pilotos?
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