Tras un inicio de segunda mitad de temporada por debajo de las expectativas, Ferrari ha reaccionado con dos podios en Austin y México, fruto también de los progresos en los procedimientos y en la clasificación.
Después del decepcionante fin de semana en Singapur y de un arranque de segunda parte del campeonato por debajo de las expectativas, Ferrari estaba obligada a dar una respuesta, una reacción de orgullo, para cerrar la temporada con alguna sonrisa y, al menos, intentar conquistar el segundo puesto en el Mundial de Constructores, donde tres equipos están ahora separados por pocos puntos.
El resurgir de Red Bull tras Zandvoort y la victoria de Mercedes en Singapur complicaron los planes de Maranello. Ferrari, que hasta el parón veraniego había logrado colocar de forma constante a ambos pilotos en los puntos acumulando un buen botín, parecía preparada para afrontar con confianza el resto del campeonato. Sin embargo, el SF-25 sigue siendo un monoplaza de rendimiento irregular, lastrado por una ventana de funcionamiento muy estrecha.
Una reacción de orgullo llegó durante el fin de semana de Austin, después de un viernes especialmente complicado en el que el equipo acusó unos ocho décimos de diferencia respecto a la pole. Trabajando en el setup, en las alturas del coche y analizando con atención los datos recopilados en la carrera sprint, el Cavallino dio un claro paso adelante a lo largo del fin de semana, coronado con el bonito podio conseguido al día siguiente.
Una actuación convincente se repitió también en México, en un circuito particular caracterizado por un asfalto liso que permite rodar con una altura muy baja. Una condición que para algunos rivales, como Red Bull, resultó incluso perjudicial el sábado —cuando se pasaron de agresivos—, aunque el domingo recuperaron la competitividad. En cambio, el rendimiento de Ferrari se apoyó sobre todo en la clasificación, donde la Scuderia dio otro paso adelante.
Más que en el rendimiento puro, en Ferrari están convencidos de haber avanzado sobre todo en los procedimientos: desde tomarse el tiempo adecuado para calentar los neumáticos en la vuelta de preparación, hasta comprender mejor cómo sacarles el máximo partido. No es casualidad que, tras ser durante mucho tiempo el equipo con menor margen de mejora entre Q2 y Q3, en las dos últimas citas la Scuderia haya mostrado por fin progresos significativos.
Una señal positiva, que no necesariamente se repetirá en las próximas carreras, pero que en Austin y Ciudad de México permitió a Ferrari recuperar competitividad a una vuelta y construir carreras diferentes, que se concretaron con dos podios. Dos resultados de gran valor que aportaron puntos fundamentales en la lucha por el Mundial de Constructores, donde la Scuderia está plenamente en la pelea por la segunda posición.
Dos resultados que también han hecho bien al ánimo del Cavallino, como subrayó el CEO Benedetto Vigna, aunque insistiendo en mantener los pies en la tierra. Esta vez Ferrari logró materializar el potencial mostrado, pero en términos de rendimiento puro, tanto en Austin como en México, el SF-25 se confirmó como la tercera fuerza, por detrás de McLaren y Red Bull.
"Recientemente logramos dos podios. Estoy contento porque veo a todos los compañeros que trabajan en la Scuderia satisfechos con el trabajo que han hecho. Pero lo que siempre digo —primero a mí mismo y luego a todos en la empresa— es que hay que mantener los pies en la tierra. Ahora Red Bull y Mercedes también tienen un rendimiento un poco irregular", explicó el director ejecutivo durante la presentación de la segunda edición de la Media Maratón de Italia, que partirá de Maranello y terminará en Módena.
Vigna quiso subrayar un tema ya mencionado tras la renovación de Frédéric Vasseur como jefe de equipo: que la Scuderia debe trabajar de forma unida y cohesionada para alcanzar sus objetivos. "Nosotros luchamos y queremos hacerlo cada vez mejor. Lo importante es permanecer unidos y trabajar dando el máximo".
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