El Automóvil Club de México había culpado al neozelandés, pero las investigaciones de la Federación lo absolvieron.
La FIA ha intervenido con una nueva comunicación oficial para aclarar la dinámica de la tragedia ocurrida durante el Gran Premio de Ciudad de México, que involucró a Liam Lawson y dos comisarios de pista. El episodio, que tuvo lugar en las primeras vueltas de la carrera en el Autódromo Hermanos Rodríguez, había causado gran preocupación en el paddock debido a la cercanía entre los coches y el personal en la pista.
El incidente ocurrió en la tercera vuelta, cuando Lawson regresó a la pista después de una parada en boxes que fue necesaria por un contacto inicial con el Williams de Carlos Sainz. En ese momento, la dirección de carrera había señalado banderas amarillas dobles por la presencia de escombros al comienzo del primer sector. Justo cuando el neozelandés estaba abordando la curva 1, dos comisarios cruzaron la pista para retirar los restos del impacto, encontrándose repentinamente frente al auto de Racing Bulls.
El piloto reaccionó de inmediato, logrando evitar el contacto. Poco después, vía radio, comentó que había "casi matado" a uno de los comisionados, subrayando la gravedad del momento.
Tras un comunicado inicial publicado inmediatamente después de la carrera, la FIA emitió ayer por la noche un nuevo comunicado oficial, en el que especificó que Lawson no tiene la culpa de lo sucedido, negando implícitamente las primeras interpretaciones lanzadas por la federación automovilística mexicana.
La FIA defiende a Lawson y niega a los mexicanos
El texto de la nota dice: "Si bien la investigación aún está en curso, reconocemos que cualquier situación en la que los comisarios estén en la pista frente a los autos que se aproximan es inaceptable. Es natural que tal episodio cause preocupación. Afortunadamente, no hubo consecuencias graves, pero estamos llevando a cabo una investigación interna para comprender completamente lo sucedido e identificar posibles mejoras procesales".
La federación agregó que está trabajando con OMDAI, Automobile Club México (que al principio culpó a Liam) y el equipo Racing Bulls para analizar todos los datos, desde las comunicaciones por radio hasta la telemetría. "Como con cualquier incidente significativo", continúa la nota, "el análisis lleva tiempo, ya que incluye la revisión de todos los elementos disponibles, incluidas las comunicaciones en varios idiomas y su sincronización".
A partir del examen de los datos a bordo, la FIA confirmó que Lawson reaccionó correctamente a las banderas amarillas: "El piloto del coche nº 30 redujo su velocidad de forma adecuada, frenando antes que las otras vueltas y abordando la curva 1 a una velocidad más lenta de lo habitual. Él no es responsable del accidente".
La declaración concluye con un mensaje de agradecimiento: "Nos gustaría agradecer a los voluntarios y comisionados por su profesionalismo y compromiso. Sin ellos, nuestro deporte no podría llevarse a cabo de manera segura".
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