martes, 5 de marzo de 2024

A.F1-FIA-El presidente Ben Sulayem, sumo una nueva acusación, Tratar de boicotear el GP de Las Vegas.

LLego una informacion en el día de ayer de una investigación contra el presidente de la Federación Internacional.

Las investigaciones internas están a la orden del día en la Fórmula 1, que ha levantado su telón a la temporada 2024 con escasa emoción dentro de la pista, pero con todo un torbellino fuera de ella.

De esta manera, después de toda la saga que está constituyendo el ‘Caso Horner’, en el día de ayer la BBC informó de que el presidente de la FIA, Mohammed ben Sulayem, también estaba siendo objeto de una investigación interna, en esta ocasión por parte del Comité de Ética de la propia Federación. Esto, después de que la actitud del presidente durante el Gran Premio de Arabia Saudí de 2023 haya levantado suspicacias sobre las posibles presiones que pudo ejercer el mandatario a la hora de anular una sanción de diez segundos a Fernando Alonso.

Ahora, apenas horas después de las primeras revelaciones, el medio británico informa de nuevos cargos dentro de esta investigación interna, en concreto sobre un posible intento de sabotaje por parte de Mohammed ben Sulayem al Gran Premio de Las Vegas celebrado a finales de la temporada pasada.

Nueva acusación a Mohammed ben Sulayem

De esta manera, según un informe que maneja el Comité de Ética de la FIA, Mohammed ben Sulayem quiso sabotear el GP de Las Vegas de 2023, la cita más esperada para la FOM y Liberty Media la temporada pasada. Evento que por cierto, acabó saboteándose a sí mismo después del altercado de la alcantarilla que destrozó el coche de Carlos Sainz.

Este informe cita a un denunciante que habría sido contactado por su responsable para encontrar “algunos aspectos preocupantes para impedir que la FIA certificara el circuito antes del fin de semana de la carrera”. “El propósito era encontrar fallas en la pista para no otorgar la licencia”, añaden.

Lo cierto es que todo el proceso de homologación del circuito de Las Vegas estuvo marcado por la falta de rigor, incumplimiento de plazos, y su consecuente desastre con la bochornosa y peligrosa situación con la alcantarilla que ocasionó daños en los monoplazas de Carlos Sainz y Esteban Ocon. Demostrando así la falta de preparación y seguridad del trazado.

Sin embargo, esto no parece exculpar la actitud del presidente de la FIA, pues según el denunciante de identidad anónima, la orden de Sulayem consistía en lo siguiente: “Los problemas en el circuito debían ser identificados artificialmente independientemente de su existencia real, con el objetivo final de retener la licencia”, añade un informe según el cual, la actitud del expiloto de rally solo puede entenderse desde intereses poco nobles, posiblemente en el marco de la tensión que acompaña a la relación entre la Fórmula 1 y la FIA desde hace unos años.

Según la BBC, este informe también menciona a un total de tres funcionarios encargados de trabar deliberadamente la aprobación del circuito de Las Vegas tratando de dificultar un gran premio que estaba previsto para unos días después. A pesar de todo, los funcionarios “no pudieron encontrar ningún problema con el circuito y, por lo tanto, certificaron que el circuito era apto para la carrera”. Finalmente fueron las propias imprudencias y negligencias de la FIA las que acabaron propiciando el escándalo que se vivió durante la jornada del viernes en un Gran Premio de Las Vegas que no necesitó de la ayuda de Mohammed ben Sulayem para torcerse.

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