El piloto Lewis Hamilton, subió al escenario, devolviendo al remitente las críticas que habían acompañado su debut con la camiseta de rojo.
La mañana italiana se abrió con un resultado inesperado y sorprendente, que llevó al Ferrari número 44 de Lewis Hamilton a poner a todos a raya en la Clasificación Sprint de Shanghái. Tras las críticas recibidas tras Melbourne, el siete veces campeón del mundo respondió en pista con una gran actuación en una batalla con un regusto del pasado con Max Verstappen.
La semana de Hamilton no fue fácil, gracias al rechazo (la prensa británica no fue nada tierna hacia el que sobre el papel debería ser su favorito) que acompañó su debut en rojo en el país de los canguros donde no pasó de un triste décimo puesto, no muy lejos de su compañero Charles Leclerc que terminó octavo, Pero como suele suceder, los campeones responden en la pista enviando las críticas al remitente.
Con demasiada frecuencia en los últimos meses, junto a la exaltación de lo que puede definirse como el golpe del siglo, por la grandeza de un matrimonio en el que el piloto y la escudería más exitosos de la historia se han casado, en una especie de verdadera ayuda mutua (en clave de campeonato del mundo), ha habido espacio para el juicio negativo de quienes han etiquetado y siguen etiquetando al inglés como: piloto ahora en el ocaso de su carrera, una operación exclusivamente de marketing, una figura que no habría aportado nada en Maranello.
Por el amor de Dios, un simple poste el viernes no es suficiente para ahuyentar a los fantasmas de Melbourne, pero ya es un primer paso -tímido- para emprender un largo camino lleno de obstáculos (ergo, aún no se ha hecho nada. McLaren en general sigue siendo el favorito, pero no es inmune a los errores y equivocaciones...) Pero era importante dar las primeras respuestas positivas después del naufragio australiano.
Fue agradable volver a emocionarse por una pole position ganada por un piloto de Ferrari. Y si ese piloto responde al nombre de Lewis Hamilton, entonces la emoción alcanza alturas con un sabor histórico. Gracias Lewis. Necesitábamos este empujón de energía y adrenalina, un empujón de verdad. La primera pole de Lewis fue el día del cumpleaños de su ídolo Ayrton Senna, que hoy habría cumplido 65 años.
Magia, sí. Qué mágico era Lewis hoy. En esto, el destino es increíble, logra dar tramas que pueden ser inesperadas a los ojos y pensamientos de nosotros simples mortales. Es cierto que la dirección del destino es algo inefable. Por esta razón inescrutable.
Como dijo Scarlett O'Hara en Lo que el viento se llevó: "Mañana es otro día". No sabemos qué nos deparará el resto del fin de semana. Si será o no un crescendo de emociones en salsa roja. Pero también es justo disfrutar hoy. Disfruta del presente. Disfrutando del día del 44. El resto ya está por verse.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario