Muchos creen que es sólo cuestión de tiempo -y relativamente poco tiempo- que Jack Doohan tenga que dejarle su lugar a Franco Colapinto en el equipo Alpine. Pero, ¿es realmente así?
Giro argumental esperado: la aparición de una oportunidad para la llegada de millones desde Argentina, con Franco Colapinto como cebo, ha sellado aparentemente el destino de Jack Doohan en Alpine. Muchos en el paddock lo ven ahora como un escenario casi inevitable: si Doohan rinde por debajo de lo esperado en las primeras carreras, o incluso si simplemente no es espectacular, Flavio Briatore moverá fichas, sustituyéndolo por su nuevo protegido y abriendo a su vez las compuertas del dinero de los patrocinadores argentinos. Nada personal, sólo negocios.
La Fórmula 1 no siempre es deporte. La mayoría de las veces se trata de dinero. Y aunque por ahora está claro que el argentino se ha colocado en una buena posición gracias a su paso por Williams, Renault también tiene un claro interés en el mercado sudamericano, y contar con un piloto de la región puede verse como una buena oportunidad estratégica, y el deseo del equipo de capitalizarla es comprensible.
La velocidad de Colapinto es un factor adicional pero necesario en este caso. Su inesperado debut en la F1 puede no haber sido impecable, pero fue suficiente para ponerlo no sólo en el radar de Alpine, sino también en el de Red Bull - y, sobre todo, para poner a la F1 de nuevo en el centro de atención en Argentina.
La cadena de acontecimientos que se desencadenó entre Colapinto y Alpine alienta las especulaciones sobre el próximo capítulo de la historia. Los rumores sobre el interés de Briatore en los servicios de Franco aparecieron mucho antes de que finalmente se uniera al equipo - y la confirmación no hizo más que reforzar el efecto: el paddock tenía sus rumores sobre las razones de este interés, mencionándose el dinero argentino en casi todas las conversaciones - y el posterior fichaje pareció confirmar: sí, todo está sucediendo exactamente como se predijo.
Al mismo tiempo, se hizo casi de dominio público que el contrato de Jack contenía una cláusula por la que podía quedar libre después de cinco o seis carreras. Algunos incluso explicaron la decisión de Alpine de ponerlo en el coche en Abu Dhabi el año pasado como un primer intento de los nuevos jefes de darle la oportunidad de "fracasar" lo antes posible.
Todas estas especulaciones, de una forma u otra, han dado lugar a una enorme cobertura de prensa, así que cuando Doohan se enfrentó a los medios de comunicación por primera vez este mes, estaba claro que en lugar de las habituales preguntas para un novato sobre cómo se siente al ser piloto de F1 y cómo está afrontando la fama, Jack fue bombardeado con preguntas sobre Colapinto y la presión que genera su presencia en el equipo.
"¿No te sientes menoscabado en absoluto por la presencia de Franco?", le preguntaron durante la rueda de prensa previa al evento F1 75 en Londres. "Porque es muy inusual tener a un piloto reserva de 21 años con un contrato de larga duración que corrió la temporada pasada y quiere volver a correr lo antes posible".
"¿Es una pregunta?", sonrió, habiendo dado ya la respuesta de que la presión es una realidad para todos los pilotos, independientemente de si tienen un talento argentino esperando en el banquillo a su lado.
Ese enfoque fue elogiado por Oliver Oakes, quien claramente trató de impulsar la narrativa de que la especulación sobre la sustitución de Doohan por Colapinto era obra de ciertos "guerreros del teclado" que difundían atrevidas suposiciones de que los días de Jack en el equipo estaban contados.
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