F1, se pregunto por la mejor carrera de la 1° parte de la temporada y la respuesta de la mayoría, "SE DEBE MEJORAR EL ESPECATCULO".
El nuevo reglamento de la F1 se forjó basándose en el principio del equilibrio de los rendimientos y con el propósito de evitar el dominio de algún equipo, especialmente a largo plazo. Y es que venimos de dos décadas en las que Ferrari, Red Bull y Mercedes se han repartido el pastel, relevándose la hegemonía de manera periódica. Pues bien, ahora es el turno de Red Bull por segunda vez. Pero este es sólo un factor más de por qué las carreras están siendo monótonas y la Fórmula 1 debe comprender por qué la afición está decepcionada.
La Fórmula 1 vuelve a ser aburrida
Pequeñas pinceladas han maquillado una temporada 2023 mejorable. No lo decimos nosotros, sino las centenares de personas que nos han ofrecido sus impresiones sobre la primera mitad de la presente campaña. Los podios iniciales e inesperados de Fernando Alonso, la clasificación del Gran Premio de Mónaco, algún indicio de espectacularidad en Silverstone y a partir de aquí dejamos de contar.
Hemos presenciado 12 Grandes Premios en los que nos cuesta recordar un duelo real por el liderato. La incertidumbre por ver quién es el ganador ha desaparecido: Red Bull se ha adjudicado todos los triunfos y en mas del 83% de las ocasiones el ganador ha sido Max verstappen.
Más allá del dominio del equipo de la bebida energética, se deben comentar dos aspectos clave más. El primero de ellos es el comportamiento de las gomas Pirelli. El suministrador oficial de neumáticos de la F1 endureció las carcasas a partir del Gran Premio de Gran Bretaña por razones de seguridad. Como si ya de por sí las carreras con una estrategia a una única parada no fueran un motivo de queja principal por parte del aficionado.
En segundo lugar nos encontramos con un problema incluso mayor: la dificultad para adelantar. La limitación de la aerodinámica no ha corregido las turbulencias que se pretendían eliminar con la introducción de la nueva normativa que buscaba incrementar el número de adelantamientos. Varios pilotos han mostrado su decepción a principios de 2023 sobre este problema recurrente. Entre ellos, Carlos Sainz, que manifestó su dificultad para acercarse al monoplaza de delante.
La FIA ha sido incapaz de frenar la astucia infinita de los ingenieros, por lo que, en tan solo su segundo año de reglamento, el desarrollo de los monoplazas ha vuelto a generar unos niveles de aerodinámica y un aire sucio que nos hace retroceder en el tiempo. La F1 se encuentra en una posición en la que debe encontrar soluciones a corto y medio plazo, y ya se está barajando la posibilidad de estrechar el tamaño de los monoplazas actuales.
En definitiva: un campeonato resuelto en verano, la falta de diversidad estratégica y un reglamento en horas bajas están provocando la ausencia de carreras divertidas. Lejos quedan aquellas pruebas alocadas de 2021, 2020, 2019... (y seguiríamos haciendo una cuenta regresiva) en las que la lluvia y más acontecimientos inesperados facilitaron unos resultados bizarros. Ahora la Fórmula 1 vuelve a ser lineal y predecible. Y el público está cansado de que se repita la historia.
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