sábado, 12 de agosto de 2023

A.F1-HISTORIAS F1-Ferrari permitió a Rubens Barrichello volver a ganar en F1.

Rubens Barrichello tenía contrato con el equipo Ferrari para la temporada 2006 y el brasileño decidió romper su contrato.

Cuando Rubens Barrichello se incorporó a Ferrari en la temporada 2000, el brasileño tenía una buena reputación en el paddock, pero todavía seguía en busca de su primera victoria en la F1 después de siete años. Y aunque fue capaz de ganar con el Cavallino Rapante en nueve ocasiones en su periplo de rojo, nunca pudo rivalizar con su vecino de garaje, Michael Schumacher, quien se hizo con todos los títulos durante su estancia juntos.

Lo peor fueron las órdenes de equipo que le forjaron su posición de 'número dos', con el ejemplo más llamativo del GP de Austria de 2002, cuando se dejó vencer en la propia recta de meta. Sin embargo, el mítico piloto se mantuvo fiel al conjunto de Maranello en un contrato que debería haber incluido la campaña de 2006, pero hubo algo que no le gustó demasiado de manera interna y decidió unirse a Honda.

"Se acercaron a mí en 2005, les dije que no podía [firmar] porque tenía contrato con Ferrari para 2006", explicó Rubens Barrichello en una entrevista para el portal de la Fórmula 1. "Sin embargo, algo pasó [en Ferrari] a mitad de año, ¡y algún día escribiré sobre ello en mi libro! No me gustó, y veía que no me daban libertad para correr después de seis años, así que se lo agradecí, pero quería romper el contrato".

Su aventura con Honda duró tres campañas y terminó con un único podio al volante de un monoplaza bastante malo en el lluvioso GP de Gran Bretaña 2008, pero lo sorprendente llegó a finales de ese año, cuando el fabricante japonés puso en peligro la trayectoria del brasileño y de su compañero Jenson Button al anunciar su retirada del campeonato.


"Fue el periodo más difícil de mi carrera. Después de 2008, estuve tres meses y medio sin contrato", reveló Barrichello. "Llamaba a Ross [Brawn] todas las semanas y me decía que sabía lo bueno que era, pero que debía aguantar porque no tenía el dinero, que tenía que resistir, correr y que me llamaría. Mi familia y amigos pensaban que estaba loco, había muchos rumores sobre las personas a las que probaban, pero yo seguía pensando en que pasaría, y entonces llegó la llamada de verdad".

En marzo de 2009, pocas semanas antes del inicio de la temporada, Ross Brawn anunció la adquisición de la antigua estructura de Honda para rebautizarla con su apellido. Con un monoplaza propulsado por un motor Mercedes, estaba listo para salir a la pista con la misma dupla que el año anterior, a pesar de lo que se decía sobre una posible contratación de Bruno Senna.

Rubens Barrichello profundizó en su precaria situación dentro de Brawn GP: "Estaba en Brasil cuando Ross me llamó para decirme si podía ir el viernes, a lo que le contesté que si hacía falta iría nadando. Firmé el contrato, solo uno que se renovaba cada cuatro carreras, porque si hubiera venido alguien con mucho dinero, Ross podría haberse visto obligado a sustituirme".

Como si de un cuento de hadas se tratara, el Brawn BGP001 se mostró competitivo de inmediato, hasta el punto de asegurarse un doblete en la primera carrera del curso en Australia, además de las victorias de Jenson Button en Malasia, Bahrein, España, Mónaco y Turquía. Por su parte, el brasileño venció en Valencia e Italia, un giro inesperado de los acontecimientos tres años después de su abrupta salida de Ferrari.

"Jenson [Button] condujo por primera vez, entré en el cockpit y le pregunté qué tal. Me dijo que esa temporada nos divertiríamos, lo recuerdo como si fuera ayer, y disfruté mucho pilotando ese monoplaza", recordó Rubens Barrichello sobre las primeras vueltas a bordo del coche. "Esas dos carreras, Valencia y Monza, eran muy difíciles de ganar y teníamos diferentes estrategias para conseguirlo. Fueron importantes para mí, vencer en Italia, sin un coche rojo y ver a toda la gente de rojo bajo el podio me hizo sentir muy orgulloso".


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