Ferrari seguirá desarrollando el SF-23 hasta el GP de EE.UU. con un importante paquete de actualizaciones para Monza.
Ferrari tiene un plan: remontar hasta la segunda posición en el campeonato de constructores en la segunda mitad de temporada confiando en un rendimiento más consistente del SF-23 en comparación con los altibajos vistos en la primera parte del año.
Teniendo en cuenta que Red Bull está fuera de alcance (tiene 503 puntos, más del doble que el segundo clasificado, Mercedes, 256 unidades por detrás), los alemanes son el objetivo de la Scuderia, que considera que ganarle a Aston Martin (-6 puntos) será una tarea más fácil.
El equipo de Wolff, con dos pilotos como Lewis Hamilton y George Russell, que han sido capaces de sacar el máximo partido al W14, tiene una ventaja de 56 puntos respecto a los italianos. Pero tampoco pueden infravalorar a McLaren, que en las últimas semanas se metió de lleno en esa batalla por ser "el primero del resto".
Hasta ahora, Ferrari ha cosechado mucho menos de lo que ha sembrado. El SF-23 cambió de cara en Barcelona, en un GP de España decepcionante desde el punto de vista del ritmo, pero que dotó al coche de una nueva puesta a punto aerodinámica siguiendo una línea de desarrollo que también inspiró a algunos de sus rivales.
Ferrari se defendió bien en Canadá y Austria, decepcionó en Silverstone y Budapest y mostró unos pequeños signos de resurgimiento en Spa-Francorchamps. Con el formato al sprint, efectivamente no hubo entrenamientos libres (la FP1 se celebró bajo un aguacero que de poco sirvió para definir una configuración en el coche), por lo que el fin de semana se desenvolvió con las decisiones que se habían tomado en la fábrica a través del trabajo realizado en el simulador.
El podio de Charles Leclerc indica que, cuando consiguen poner todo a punto en Maranello, sin cometer errores, el verdadero potencial del SF-23 es capaz de emerger, dando la sensación de claramente ser mejor de lo que hemos visto hasta ahora.
Por eso en el departamento de carreras de Ferrari quieren ver hasta dónde puede llegar la evolución de un monoplaza que por el momento no puede perseguir a los RB19, pero que regularmente debería poder mantenerse por delante de todos los demás equipos.
Si bien tras el parón veraniego habrá equipos que empezarán a reducir sus paquetes de desarrollo para mantenerse dentro del tope presupuestario, dirigiendo los recursos al monoplaza de 2024, la Scuderia tratará de insistir con más actualizaciones y ya se planean cambios que se extenderán hasta el GP de EE.UU. en Austin, es decir, hasta casi el final del curso.
Es una señal de que el Cavallino se ha mantenido por debajo del tope presupuestario y aún puede invertir en un coche que esperan pueda dar algunas satisfacciones a Charles Leclerc y Carlos Sainz. Algunas cosas aparecerán ya en Zandvoort para el GP de Holanda a finales de este mes, pero se prestará especial atención a Monza, donde se necesitará una configuración aerodinámica especialmente descargada.
Los rumores, de hecho, hablan de un nuevo diseño en los pontones y un suelo revisado, con opciones más extremas a pesar de las limitaciones existentes, como por ejemplo el cono anti-intrusión inferior que no permite liberar el flujo en una zona en la que Red Bull consigue generar más carga.
Como el reglamento de 2024 no cambiará, la información que se vaya recogiendo durante las próximas evoluciones del SF-23 podrá trasladarse al nuevo coche que ya esta en creándose en manos de la dirección técnica de Enrico Cardile.
Ferrari, en definitiva, cree en su capacidad de reacción, confiando en que otros, al tener que hacer frente al límite de costes, detendrán antes el desarrollo. Fred Vasseur quiere llegar hasta el final e intentar enderezar un mundial que se presenta más complicado y decepcionante de lo esperado.
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