Un 16 de agosto de 1992, pasaron 30 años y gana el campeonato Mundial Nigel Mansell.
De Lotus a Williams, pasando por Ferrari, Nigel Mansell fue un piloto que siempre estuvo presente en los primeros puestos del campeonato del Mundo de F1 en la década de 1980. Sin embargo, el título mundial se le escapó por poco en tres ocasiones en las que fue subcampeón, especialmente durante una temporada de 1986 en la que su neumático explotó en el último gran premio, a pesar de estar en una posición ideal para haber conseguido el mundial.
Todo cambió durante la temporada 1992, dominada por el equipo Williams y su innovadora suspensión. Mansell consiguió cinco pole positions y otras tantas victorias en los cinco primeros grandes premios de la temporada, de modo que ya tenía más del doble de puntos que el segundo clasificado, su compañero de equipo Ricciardo Patrese (50 puntos frente a 24).
Había pocas dudas sobre el desenlace del campeonato. Pese a la derrota sufrida ante el incontestable Ayrton Senna en Mónaco a pesar de su ritmo superior, y después viéndose involucrado en un accidente en el Gran Premio de Canadá, Mansell consiguió tres victorias más para llegar al Gran Premio de Hungría con 86 puntos y una ventaja de 46 sobre Patrese. Por lo tanto, ampliando su ventaja a 50 puntos podría coronarse en Budapest, a falta de cinco carreras.
Por una vez fue Patrese quien se hizo con la pole position, siendo la primera de la temporada y la última de su carrera, con un margen de casi dos décimas sobre Mansell, mientras que Senna se quedó a ocho décimas con su McLaren. Mansell perdió dos puestos en la salida y se encontró atrapado detrás de Senna y Gerhard Berger, y Patrese se puso en cabeza. El italiano tenía 22 segundos de ventaja sobre el resto en la vuelta 38, pero entonces hizo un trompo, aunque poco importaría, ya que, de todos modos, sufriría una avería de motor más adelante.
Mansell adelantó a Berger al principio de la carrera, pero al poco cometió un error que permitió al austriaco recuperar el liderato, aunque dos vueltas después recuperó la posición perdida. Un problema con los neumáticos le hizo retroceder hasta la sexta plaza, pero Mansell comenzó a ganar ritmo y a marcar vueltas rápidas, superando a Martin Brundle y -por tercera vez- a Gerhard Berger, aprovechando, de paso, el fallo en el alerón trasero del Benetton de Michael Schumacher. Sin embargo, ese esfuerzo en ritmo del británico no fue suficiente para recortar la distancia casi un minuto con el líder, Ayrton Senna.
Pero el abandono de Patrese y el consiguiente podio de Mansell, permitieron al inglés ganar el título el 16 de agosto de 1992. A los 39 años, se convirtió en el Campeón del Mundo de más edad desde Graham Hill en 1968, y sigue ostentando tal logro a día de hoy.
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