Cambios de nombres en los motores de F1, ¿Un motor Ferrari rebautizado como Alfa Romeo? Es lo que todo apunta va a suceder en Haas el próximo año, cuando los motores Ferrari que impulsan al equipo americano muestren la marca Alfa Romeo.
Es algo que no debe sorprendernos, puesto que es una práctica muy habitual, mucho más de lo que pensamos. De hecho, incluso se han rebautizado coches enteros. Incluso Fernando Alonso, Pedro de la Rosa y Marc Gené han pasado por ello.
El famoso Ferrari D50 no era otro que el efímero Lancia D50 de 1954 y 1955. Ferrari se quedó con el material cuando Lancia cesó la competición tras cambiar de propietario. Introdujo modificaciones y con este coche Juan Manuel Fangio conquistó el Campeonato del Mundo de 1956.
En Ferrari tienen cultura de rebautizar motores para sus clientes. Una práctica que permite a estos obtener más ingresos por parte de un patrocinador, que ve su notoriedad aumentada.
El ejemplo más conocido fue el del motor Petronas usado por Sauber entre 1997 y 2005, siete temporadas. En ese tiempo, el Sauber-Petronas logró cuatro terceros puestos, con cuatro pilotos diferentes, como mejores resultados. Y eso que Sauber fichó a Osumo Goto para que cuidara de los motores.
Goto había hecho los imbatibles motores Honda de la segunda mitad de los 80. Pero cuando los japoneses decidieron retirarse prefirió abandonar la marca, cosa rara en un ingeniero japonés, para quedarse en Europa y aceptó al propuesta de Ron Dennis, estando dos años en McLaren. Tras un retorno efímero a Japón, paso a Ferrari donde estuvo un año antes de llegar a Sauber, prácticamente con el motor bajo el brazo.
En 2001 Alain Prost realizó una operación similar, pero en este caso el motor Ferrari se denominó Acer. La temporada fue un fiasco y el equipo de Prost no pudo comenzar la temporada 2002.
En toda la historia de Ferrari, salvo el caso del D50, sólo un ‘bólido’ de Maranello no usó un motor Ferrari. Sucedió en 1950, en el Gran Premio de Italia. Clemente Bondetti, cliente de Ferrari, rompió motor en ensayos. Unos dicen que no tenía fondos para pagarse otro motor, otros simplemente que no había un motor Ferrari disponible.
Lo cierto es que Biondetti no quería perderse el Gran Premio, su único Gran Premio, y no dudó en desmontar el motor seis cilindros en línea de su Jaguar XK y montarlo en el chasis Ferrari. Cabe destacar que los chasis tubulares de la época permitían estas fantasías.
El motor no tenía potencia suficiente. Fangió le sacó 32” en la clasificación en el Monza de 10 kilómetros, con el oval incluido, pero pudo tomar la salida en el 25º de 27 participantes. Abandonó en la vuelta 17, pero cumplió su sueño.
Más curioso todavía, cuando Jaguar estuvo en F1, entre 2000 y 2004, los motores eran Ford Cosworth y no Jaguar. Simplemente Ford quería dejar constancia de que la marca Jaguar era de su propiedad.
Es curioso: Ferrari, Alfa Romeo, Maserati, Lancia…. Las cuatro marcas se enfrentaron ferozmente en los años 50. Las cuatro tienen ahora a la familia Agnelli como mayores accionistas. Alfa, Lancia y Maserati, a través de Stellantis, mientras que Ferrari va por libre. Y las tres han usado motores Ferrari, ya sea en competición o en modelos de serie, al igual que Fiat.
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