La propiedad del canadiense Lawrence Stroll se encuentra inmersa en importantes cambios con perspectivas de futuro, más ineficientes a corto plazo.
El equipo Aston Martin de Fórmula 1 que nació en 1991 como Jordan experimentó con la llegada de Lawrence Stroll el impulso definitivo en la historia de una de las escuderías más humildes de la Fórmula 1 que sin embargo ha conseguido sobrevivir en un deporte voraz con las estructuras humildes.
Sin embargo, con el ‘rescate’ de última hora de Lawrence Stroll a mediados de 2018 y la posterior implicación de Aston Martin desde 2021, la escudería con sede en Silverstone vio garantizado no solo su futuro, sino también un programa de inversiones multimillonarias con la intención destinadas a convertir a Aston Martin en uno de los equipos punteros en Fórmula 1.
Inversiones entre las que se encuentran la construcción de un túnel del viento propio y una nueva sede que ya se ha estrenado en 2023, aunque provocando una alteración en el trabajo rutinario de Aston Martin que ha podido lastrar al equipo verde, tal como establece ahora el director de rendimiento, Tom McCullough.
El posible perjuicio del cambio de sede de Aston Martin en la F1 de 2023
Así pues, para el ingeniero británico, los cambios escalonados y el traslado en todos los sentidos de un edificio a otro, por muy aledaño que resulten ambas estructuras ha tenido su incidencia inmediata, aunque esto no afecte a la proyección a largo plazo:
“Al principio era una obra en construcción. Sólo nos mudamos al piso superior, el sótano aún estaba en construcción. Ahora la construcción está completamente terminada”, introduce McCullough en palabras a Motorsport-Total, añadiendo:
“La construcción tres, el nuevo túnel de viento, está avanzando muy bien y la construcción dos ya ha comenzado. Además, el equipo está creciendo muy rápidamente y eso nunca es fácil. Siempre lleva un tiempo poder trabajar bien con gente nueva”, prosigue el británico, aludiendo a este motivo y al crecimiento humano de Aston Martin con la llegada de Lawrence Stroll y sus millonarias inversiones.
“Estamos en una fase de gran crecimiento y competimos contra algunos equipos de primer nivel”, sostiene el jefe de rendimiento de Aston Martin.
De este modo, Tom McCullough conecta este proceso de transición con los problemas que ha experimentado el equipo Aston Martin en pista con el paso de las carreras en la temporada 2023, marcado principalmente por la dudosa eficiencia de las actualizaciones del AMR23 de Fernando Alonso y Lance Stroll:
“¿Lo hicimos tan bien como a ellos durante el año? No. ¿Estamos un poco decepcionados por eso? Sí. Pero creo que el proceso de aprendizaje y la forma en que el equipo está creciendo es realmente positivo para el futuro”.
“Y todo un grupo de personas que nunca antes habían trabajado juntas trabajan juntas, se llevan bien y se respetan”, concluye Tom McCullough, quien entiende que este es uno de los precios a pagar de la extensión y el crecimiento constante de Aston Martin en los últimos meses, aunque con este discurso McCullough contradice parcialmente al jefe de equipo de Aston Martin, Mike Krack, quien en ciertas ocasiones ha hablado de algunos beneficios instantáneos del cambio de fábrica, aunque una cosa no tiene por qué quitar la otra.
“Hay un gran ambiente en el equipo técnico. Todos queremos mejorar, pero todos trabajamos bien juntos. Creo que eso nos ayudará en el futuro. Pero, por supuesto, estamos un poco decepcionados con el estado de forma al final del año”, despide el jefe de rendimiento de Aston Martin, Tom McCullough, sobre las dos caras de la misma moneda que podrían implicar un crecimiento tan exponencial en los recursos de la escudería de F1.
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