Los reclamos de los vecinos se han acrecentado el último mes por las altas restricciones en la ciudad.
El Gran Premio de Las Vegas debuta en el calendario 2023 de Fórmula 1. Una obra faraónica construida a contrarreloj en la llamada ciudad del pecado, turística a su manera. Y no es que el trazado esté alejado de la ciudad, sino que se encuentra en un lugar de alto tránsito, donde se concentran los casinos y donde hay una alta concentración de hoteles.
Molestias para los residentes
Esto significa mucha gente moviéndose a diario para ir a sus puestos de trabajo o para sus rutinas de ocio, y donde los meses de preparación que requiere un evento de este tipo, con cortes de calle, inutilización de aparcamientos y construcción de pasarelas que interfieren con fuerza en el día a día de los residentes.
Se han quitado árboles, vaciado fuentes, eliminado aparcamientos y obligado a los transeúntes a ir por determinadas plataformas. Se ha tratado de tapar la visión de cualquier rincón del circuito desde lugares no pensados para ello, dificultando el día a día durante un periodo de tiempo excesivamente largo.
Esto ha provocado que las protestas vayan en aumento, y que se han unido a las quejas de, no los residentes, sino los usuarios habituales de Las Vegas, ya que la oferta hotelera no solo ha subido sus precios de forma absurda, sino que ha impuesto mínimos de estancia que en ocasiones ha llegado a los cinco días.
Liberty Media acostumbra a no atender nunca este tipo de protestas, haciendo como que no existen, conscientes de que el temporal siempre acaba, sin embargo, en esta ocasión ha sorprendido las declaraciones de Greg Maffei, que ante la presión de una entrevista televisiva sí que emitió un mensaje de disculpa para los que se están viendo molestados por los preparativos.
Beneficios millonarios para la ciudad
Sin embargo, el veterano americano afirmó que la ciudad se beneficiará de ingresos estimados en 1.700 millones de dólares, lo que a su juicio repercutirá en la población local, al tiempo que transmitió esperanza de que en años venideros la situación sea mucho más liviana, tal y como ocurre en Mónaco.
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