La hidratación en la F1 plantea dudas y un serio problema en carreras con intenso calor, donde los equipos piden a los pilotos beber pero no es tan fácil.
La terrible carrera del GP de Qatar, donde los pilotos acabaron al borde del colapso, dejó sobre la mesa nuevamente el debate sobre la importancia de beber agua durante las carreras.
El domingo, Esteban Ocon vomitó dentro del coche, Lance Stroll creyó sentir varias veces una especie de desmayo, y Logan Sargeant directamente se tuvo que retirar al no aguantar físicamente el desafío al que estaban siendo sometidos los pilotos en el 'infierno' del circuito de Losail.
Fernando Alonso dijo que había sido "top 3" de carreras más difíciles físicamente, citando Bahréin 2009 y la de la imagen principal del artículo, de su segunda victoria en F1 (Sepang 2005). Explicando cómo sufrió él, Charles Leclerc dijo: "Es sólo que el nivel de deshidratación es tal que tu visión es mucho peor, tu ritmo cardíaco se dispara y es muy difícil controlar todo eso. Así que fue realmente, muy difícil".
El comentario del piloto de Ferrari sobre la deshidratación es significativo. La deshidratación (la insuficiencia de agua y otros fluidos en el cuerpo cuando se ha consumido o perdido demasiado) es obviamente un elemento clave del castigo que reciben al volante, y puede afectar la concentración y la atención. Y eso hizo la vida particularmente difícil en un lugar donde ya era todo un reto sobrevivir a los límites de la pista y a completar la carrera con 57 "vueltas de clasificación" tras tener que exprimir sus neumáticos en cada giro.
El domingo, como en otra ocasiones, se escucharon mensajes de radio en los que los equipos recordaban a los pilotos que bebieran, y por supuesto hubo quien tiró de hemeroteca (muy reciente) y recogió declaraciones en las que el propio Sargeant había defendido que él no bebía durante las carreras, que prefería hidratarse mucho antes de empezar y luego tirar de esas reservas.
Pero aunque quisiera beber y por tanto combatir la deshidratación durante las carreras, muchos pilotos han dicho en el pasado que el contenido de sus botellas de agua se calienta rápidamente y se vuelve inútil. Además de por estar cerca del motor, hay que tener en cuenta que en Qatar había más de 30ºC y una humedad enorme que convertía, casi literalmente, a los coche en hornos en los que iban metidos los pilotos.
La FIA ya ha prometido evitar carreras en las que los pilotos lleguen al limite, y el siguiente GP de Qatar, según aparece en el calendario 2024, será en diciembre, casi dos meses más tarde que este último, lo que aliviará el calor.
Sin embargo, urge volver a pensar en el tema del agua. Una idea en mente de muchos es colocarla en una zona donde se caliente menos, pero a su vez hay 'trucos' que utilizan los pilotos y equipos. "Se calienta enseguida. Yo la metía congelada y me duraba más, pero si no, muy poco, se llevan uno o dos libras como máximo", dice Roberto Merhi a Motorsport respecto al margen que tienen para beber antes de que el agua esté demasiado caliente.
También en charla con Motorsport, narró Dani Juncadella su experiencia, antes de dar un truco: "Creo que depende un poco del coche. Yo no recuerdo haber llevado bebida nunca en un monoplaza, porque en F1 en los test no llevábamos. En el DTM o en los GT sí que he llevado y llevo, y la verdad es que dura muy poco en calentarse porque estará a 45-50 grados de temperatura dentro, y encima la botella está en contacto con partes de fibra de carbono del coche. Si la botella estuviera colgando en el aire ambiente quizá tardaría más en calentarse, pero al estar en contacto con materiales que están a temperaturas altas...".
Sobre la dificultad de beber muy caliente, Juncadella explicó cómo lo hace él: "Sí que es cierto que cuesta asimilar el tener que beber agua caliente o bebida isotónica caliente, pero por otro lado yo siempre he tenido algunas técnicas que que me han funcionado bastante bien. Yo por ejemplo había una época que me ponía té negro con limón, o sea, a temperatura de té o temperatura natural".
"Porque el cuerpo o tu cabeza asimila mucho mejor una bebida como el té que ya la asume como que es algo caliente. Si no estás acostumbrado a beber agua caliente, al final se te hace raro, ¿no? Bebes y dices... 'Qué porquería', pero si pones té en cambio, como ya lo asimilas siempre como caliente, no sabe tan mal. Y de hecho tiene algunas propiedades interesantes. Siempre puedes añadirle azúcar y añadirle limón o lo que sea, así que esa es una técnica que creo que suele funcionar".
En cualquier caso, es un tema que, si continúan las carreras muy calurosas, hay que afrontar cuanto antes.
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